domingo, febrero 11, 2007

Y el sol se pone enlutando aún más a las sombras; volviéndolas visibles a los alucinados iris.

La noche desciende prendiendo mezquinamente alguna difusa estrella. Los claroscuros permiten ver de cerca a los espectros, que, tras las esquinas, celan mis cansinos pasos.

La luna asoma menguada, vestida de un halo nebuloso y rematada de tinieblas; a juego con mi espíritu.

Allá en la distancia, avanzando descalza, despacio, se acerca la Nada, y con los brazos extendidos se muestra dispuesta a ocuparme.

Mis párpados se humillan bajando sus frágiles doseles, así mi cuerpo sabio escudándose en el sueño espera eludir al tedio que lo amenaza. Y entregando sus armas a Morfeo, esquiva otro día más al insidioso vacío que no ceja de rondarlo.

Mañana tal vez el sol se exhibirá sonriendo en la alborada, y extendiendo sus rayos sobre mi piel desecará el desánimo húmedo y denso que la abruma. Pero eso será mañana. Tal vez mañana.

3 comentarios:

Faith dijo...

Antes de que nadie pregunte, el texto no es mio.

Charlie dijo...

¿Qué es eso de autocomentarse?!

PD: vaya horas xD

Faith dijo...

No, no, tengo mal puesto el reloj xD A esa hora estaba por mi quinto sueño por lo menos xD