lunes, marzo 13, 2006

Nowhere to go

Silencio. Y cada vez más. Me siento a la orilla, me abrazo las piernas y rompo a llorar. Sin saber por qué, sin tener una razón en concreto. A veces un conjunto de pequeñas razones, distintas entre ellas, te hace romperte en mil pedazos.

¿Por qué lloras? Te estarás preguntando. No sé qué decir, hay tantas cosas... A veces me siento descolocada, como si no perteneciera a ningún lugar, como si nadie me conociera y estuviera sola en un mundo demasiado grande para mí. Hay días en los que despierto y sé quién soy y qué puedo conseguir. En cambio hay otros, como hoy, que ya no sé qué va a pasar conmigo. Las cosas son tan insignificantes dependiendo de la importancia que les des. Pues bien, yo siempre le doy mucha a todo. ¿Y qué pasa? Soy así, todos tenemos puntos fuertes y débiles. No me juzgues, estoy segura que tú también tienes alguna flaqueza que te horroriza de ti mismo. Ésa es una de las mias. ¿Paranoica? Siempre. Porque sé que ya no confío en nadie, a veces ni en mi misma. Demasiados golpes como para confiar en alguien.

¿Sólo por eso? No. Hay muchas cosas que no sabes. Nadie sabe lo que me pasa por la cabeza, aunque muchos lo crean. Creo que, en según que aspectos, empiezo a ser impredecible. Y me gusta. Tengo la impresión de que si alguien me conoce hasta el fondo de mis pensamientos dejaré de parecerle interesante. ¿Y por qué dices eso? Te preguntarás. Porque ya me ha pasado antes, varias veces. En cuanto se me conoce es como si ya no tuviera ningún interés y se van a por otra. Y no, no hablo de chicos, sino de amistades en general.

Sé que tengo mucho que ofrecer pero a veces me cuesta acercarme a la gente. Tengo miedo, bastante daño me han hecho ya. Quizás sea miedo al rechazo y por eso ya de buenas a primeras no me acerco. Ya sabes, más vale prevenir que curar. Sé que me equivoco e intento no hacerlo, pero a veces, simplemente, no puedo evitarlo. No me lo tengas en cuenta.

Los quiero a todos, tanto a los que conozco de toda la vida, como a los que sólo hace unas semanas. Tengo esa mania, enseguida le cojo cariño a las personas. Pero es eso... a veces siento el vacio y pienso que soy yo, que no valgo la pena, que quizás no soy tan interesante como aquella chica de allá... En fin, quizás son paranoias para ti, pero para mi es importante.

Me gusta estar bien con todo el mundo y lo que más me gusta, ¿sabes que es? Poder ayudar a todos en cuanto necesiten a alguien, no puedo evitarlo. Seguramente por eso quiera dedicarme a eso en un futuro.. Porque estoy segura de que lo haría bien, porque es lo que me gusta.

Después de mucho llorar al fin me levanto y miro el mar. Silencio, es lo único que oigo. Ya ni las olas hacen ese acostumbrado ruido tan tranquilizador.

Aunque a veces me sienta sola, sé que a pesar del silencio, a pesar de la distancia, siempre hay alguien, sea desconocido o no. Sé que no soy la única que se siente así y, extrañamente, dentro de mi propia soledad, sé que no estoy sola.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Molt maco. Qui no s'ha sentit mai així?

Gladys dijo...

Ese texto habla por todos, como dice el compinche de aqui arriba, ¿y quién no se siente así alguna vez?

Piensa una cosa, todos tenemos secretos y pensamientos que jamás vamos a desvelar, ni a nuestra persona más cercana, así que es normal lo que dices.

Un beso guapa [amor]

Fdo- Dys :)

Anónimo dijo...

Gràcies per lo de "compinche" ¬¬

Faith dijo...

Muchas gracias por leer el texto y comentar :)

Saludos ^^

Anónimo dijo...

Hola Eva, soy MªAngeles!!!que calidad humana desprenden tus textos, cuando más convencida estoy de que el mundo está vacio sales tu, diciendo justo lo que necesito oir para poder seguir luchando. Estoy viviendo un infierno para poder ser libre y hay mañanas que me cuesta afrontar el día pero, sabes?desde hace unos meses se que al llegar al trabajo estarás tu y, a poco que podamos charlar, eso me va a animar...sigue así, eres única ayudando a la gente. besos.