domingo, julio 30, 2006

Otro año más, campus 2006

Otra vez más, el campus de cada verano. La verdad es que empecé muy poco animada, más por instinto que por convicción. Recuerdo el primer día bastante bien. Sólo conocía a unos pocos y se me hace raro pensar como aquellos extraños de repente se han hecho amigos mios, y sobre todo pensar como sólo en un mes les he podido coger tanto cariño. Recuerdo el agobio de pensar que tenía 9 horas y media por delante de trabajo y pensar: dios mio, qué ganas de que llegue el último día. Pues bien, ya ha llegado. El viernes 28 de julio se terminó.

Pensándolo bien, se me ha pasado bastante rápido, exceptuando esos días lentos y pesados que he tenido. Tengo la sensación de que no he saboreado bien los buenos momentos, porque los hubo y muchos. Cualquiera que lea esto, ajeno a esto, no entenderá como me siento. Sólo hace unos días que no los veo y ya me siento un poco meláncolica. Más por el hecho de pensar que ya no pasaré mi día a día con todos ellos que otra cosa. Después de pasar poco más de un mes con un grupo de personas más horas de las que paso con mi familia o mi novio, creo que es normal cogerles afecto.

La verdad es que me quedo con todos los momentos con mis compañeros, los buenos y los malos. Con la sonrisa de la Patri, de la Sara o de la Marina cuando me las cruzaba por el pasillo, con las risas y los cotilleos con la Rocio, con el cachondeo con el Jaume y el Jordi, con la dulzura y las tonterias del Sergi, con la simpatía de la Elena y con mil cosas más del resto, pero la verdad es que en especial, con esas.

Me quedo con las caras de sueño a las 9 de la mañana; con el rato en el desayuno haciendo un poco el burro; con las horas de baile; con las horas de comer , hablando con todos, riendo; con las horas muertas después de comer; con las horas en la piscina, tirándonos los unos a los otros al agua; pero sobre todo me quedo con las conversaciones a solas con todos ellos.

Bueno, no quiero extenderme mucho más. Sólo me gustaría deciros que cada año de campus es especial por las personas con las que trabajo, pero este año (quizás el último, no lo sé) ha sido muy muy especial. Me ha encantado conoceros a todos y compartir tantas horas, alegrias y tristezas con todos vosotros. Espero veros pronto, porque realmente os echo de menos.

Muchos ya lo sabeis pero no está de más repetirlo, aquí teneis a una amiga para lo que necesiteis. Muchas gracias por las risas, los abrazos y las palabras.

Un besazo muy grande para todos y cada uno de vosotros.

1 comentario:

Gladys dijo...

Oye, por undécima vez, a ver cuándo me empaquetas ahí, si yo me llevo muy bien con los niñoooos, muahaha.

o.O

Qué asco de ¿flan? xD