Insomnio

Como una de tantas noches, después de pasarme el día cansada y con sueño, cuando llega la hora de dormir me estiro en la cama y permanezco durante horas con los ojos abiertos. Sin saber qué hacer, ni qué pensar. Son esos momentos en los que te lo planteas todo. Ya se sabe, mala hora para pensar... Así que te acuerdas de todo lo malo que puedas recordar, aunque a veces también de lo bueno, pero el insomnio no sería lo mismo sin las rayadas.

Escuchando música, intentando coger el sueño (es evidente que no lo he conseguido...) he recordado algo que tenía olvidado. Es una gran tontería, pero me ha hecho gracia recordarla. Cuando era pequeña tenía la fe de que si deseabas algo con mucha fuerza, seguramente se acabaría cumpliendo. Qué inocente. ¿ Qué era lo que yo tanto deseaba? Os vais a reír, pero me da igual. Deseaba saber cantar, tener una voz preciosa y no desafinar al entonar mis canciones preferidas. No quería convertirme en cantante, ni de lejos, no me gustaba nada ese oficio. Pero sí deseaba tener una voz bonita. Gran tontería, eh? Lo que no sabéis es que en realidad lo que deseaba era ser buena en algo y poder destacar sobre la mayoría. Jamás he tenido algún hobby o algo que se pueda decir que se me diera bien. Dentro de lo que cabe, las cosas normales... Pero nada en especial. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones y deseaba de corazón saber cantar. Para demostrar que podía hacerlo, para demostrar que valía y qué la gente se diera cuenta de que algo en mi era especial.

Con 21 años sigo deseando saber cantar, pero al menos ahora soy consciente de que mi voz no va a cambiar por mucho que lo desee. Lo que sí que deseo y sigo buscando, es tener ese algo especial que me diferencie de los demás, que aún no he sabido encontrar.

Muchos me dicen que se me da bien el inglés, ¿ Y qué? Eso no me hace especial, sólo una persona con facilidad para las lenguas. Otros me dicen que escribo bien, tan bien como cualquiera que se ponga a ello, claro. Cualquiera, con un golpe de inspiración, me sobre pasa de lejos. No me quejo, conozco mis limites. Pero sí deseo, deseo tener ese algo especial que no consigo encontrar. Algo que sea destacable en mi, algo que no sea: es simpática. Gracias, pero mucha gente lo es.

Me gustaría ser diferente en algo a todos, pero cada mañana, cuando me miro en el espejo veo a la misma de siempre. Nada ha cambiado desde mi infancia, sigo siendo esa chica cualquiera en la que nadie se fija. Y a veces duele ser esa persona.